La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ya cuenta con 1.750 empresas y pilotos de drones que se han registrado como operadores de aeronaves no tripuladas en España. Con este registro, los operadores tienen permitido volar estos dispositivos, de un peso máximo de 25 kilogramos, para la realización de actividades profesionales. Para volar drones en el ámbito profesional, es también indispensable estar en posesión de un seguro de responsabilidad civil y figurar como piloto de drones.
En cuanto a las aeronaves que se encuentran en el registro de AESA, su número ya asciende a más de 2.600 dispositivos, de los cuáles cerca del 70% son drones de la marca china DJI. Estos datos han sido arrojados en el contexto de las XX Jornadas de Estudios Históricos Aeronáuticos de la Fundación ENAIRE, las cuáles están dedicadas a estos dispositivos no tripulados y se están desarrollando en los días 25, 26 y 27 de octubre.
El responsable de la unidad de RPAS de AESA, Juan José Sola Bañasco, ha aportado datos de los usos profesionales en los que más se usa la tecnología dron. En primer lugar actividades relacionadas con la fotografía, el levantamiento o la filmación aérea ocupan el 40% de los trabajos desarrollados. La observación y la vigilancia se llevan el 13,28 del mercado profesional en España, seguido de las tareas de investigación y desarrollo (11,57%), las de emergencia y salvamento (10,11%) y las de investigación y reconocimiento instrumental (8%).
En este mismo contexto, también se está analizando la legislación vigente en materia de drones y la nueva normativa pendiente de entrar en vigor. Esta nueva normativa no será aplicable a aeronaves militares, ni tampoco a aeronaves cuya carga máxima al despegue supere los 150 kilos. En este último caso, se aplicará el marco normativo de la Unión Europea.
Imagen: Canavia
