El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se encuentra usando drones en las labores de ayuda a desplazados y refugiados que se han visto obligados a huir las persecuciones en diversas localizaciones del continente africano, principalmente en países como Nigeria, Mali y la zona sur de Sudán.
ACNUR se ha puesto en manos del fabricante de drones nigeriano Aziz Kountche para poder analizar los flujos de los desplazamientos de la población. Esta firma ha desarrollado un dron con forma de avión, el T-800 M, que ha recibido la autorización gubernamental para poder actuar en la frontera, tomando señal de vídeo e imágenes para elaborar con ellos mapas de los nuevos asentamientos de los refugiados.
La labor de los drones consiste en la asistencia a estas personas y la evaluación del impacto medioambiental que han causado dichos movimientos. Esta aeronave ha detectado serios daños medioambientales provocados por la deforestación alrededor de los campos de refugiados de Kabelawa IDP y Sayam Forage. Debido a este proceso de deforestación, cerca de dos tercios de la tierra se encuentran afectadas por la desertificación.
Más de tres millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares y países, atravesando fronteras, debido a estas persecuciones ocasionadas por las guerras civiles. Esto ha llevado a aumentar la presencia de las aeronaves no tripuladas en naciones africanas como Burkina Faso y Uganda, las cuáles han acogido a decenas de miles de los refugiados que han huido de sus países de origen.
El problema de los refugiados también lleva años con Europa y sus alrededores como foco de emigración, huyendo de conflictos como el que se sigue asolando Siria. Para ponerle remedio a esto, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Europea de Seguridad Marítima han unido fuerzas con el uso del dron AR5 Life Ray como apoyo aéreo de vigilancia. Un dispositivo de ala fija que ayudaría a controlar el tráfico de embarcaciones ilegales y a socorrer a las personas que se embarcan en los peligrosos viajes por el Mediterráneo para tratar de alcanzar las costas.
Imagen: UNHCR
