AirDog o cómo DJI ha rescatado este proyecto de drones para deportes extremos

0
dron AirDog

AirDog nació como un prototipo de dron construido para grabar deportes extremos. Para financiar el proyecto realizó una campaña de crowdfunding en la plataforma online Kickstarter. La iniciativa fue todo un éxito, llegando a recaudar un millón de dólares, superando con creces los 300.000 dólares que tenían como objetivo. La idea entusiasmó tanto que se comenzaron a producir los drones en cadena en sus fábricas de Riga, Letonia.

Sin embargo, como ocurre en muchos casos, la tecnología no es perfecta. Según Ilya Nevdah, CTO de la compañía, los problemas llegaron cuando “recibimos un par de quejas sobre drones que caían al suelo en pleno vuelo”.

La producción en cadena hizo complicado prever cuántos drones podrían tener este fallo, así que se enviaron un gran número de unidades a los probadores para determinar cuál era el fallo. Dos probadores confirmaron el problema de las caídas en pleno vuelo y la empresa pudo averiguar que se trataba de un fallo en los ESC (controladores de velocidad electrónicos), que se encargan de variar la velocidad de rotación y la dirección de los motores del dispositivo. Los ESC se paraban en pleno vuelo, sin embargo, los fabricantes no encontraron el problema y no pudieron ofrecer una solución.

Este problema desembocó en 4.000 unidades con fallos en sus ESC y más de 1.000 personas que retiraron su donación al proyecto. La empresa tuvo que buscar soluciones al problema para evitar el cese de su actividad y, justo en ese momento, DJI se cruzó en su camino.

El fabricante chino vio potencial en el proyecto y sus expertos se pusieron manos a la obra para encontrar el problema del AirDog. La compañía diseñó unos nuevos controladores y salvaron la iniciativa de la empresa letona. “La calidad de los nuevos controladores era muy superior a los que nosotros podríamos haber realizado jamás”, afirma Nevdah.

Los ingenieros realizaron modificaciones para hacer más fiables las conexiones entre los ESC y los motores del dron y así evitar la desincronización de ambas partes. Además, trabajaron para potenciar los controladores y lograr que los dispositivos tuviesen motores más potentes.

Desde este momento, DJI y AirDog colaboran en diversos proyectos para que ambas compañías puedan seguir creciendo. “Estamos muy contentos con el resultado de la operación. Nosotros estamos viendo cómo ambas compañías y nuestros consumidores pueden salir beneficiados”, declara el CTO de AirDog.

Imagen: AirDog

Sobre el autor

Jaime Montero

Proyecto de Periodista. Inmerso en mi mundo... (y en el de los drones). La constancia y el trabajo duro son las claves del éxito.