La compañía de aeronáutica Boeing ha registrado una patente en Estados Unidos relativa a un dron capaz de transformarse en submarino. Se trata de un vehículo aéreo que evidentemente viaja sin conductor y que llegado el momento puede soltar el lastre que representan parte de sus alas para zambullirse.
La patente muestra un diseño que tiene todas las papeletas para acabar en el ámbito militar. Poco sentido tendría un dron-submarino en el terreno comercial, en cambio, al ejército de Estados Unidos –el principal cliente de este tipo de tecnología– podría servirle para tareas de monitorización y espionaje.
El dispositivo comenzaría su trayecto en el aire, lanzado desde un avión, para después sumergirse bajo el agua. Podría volver a la superficie para ser rescatado desde un barco. El dron-submarino iría equipado con una miríada de sensores para ser ojos y oídos a distancia. De esta forma no sería necesario fabricar dos vehículos, uno para aire y otro para agua, sino que las tareas las podría llevar a cabo el mismo.
Ni que decir tiene se trata únicamente de una patente. Entre las muchas que se registran cada año pocas son las que llegan a convertirse en productos reales. Sin embargo, este interesante documento sirve para conocer hacia dónde se mueve la investigación en el sector de los drones y qué planes maneja una empresa como Boeing para este mercado.
imágenes: myfrozenlife
