Aunque normalmente los drones están ligados a su uso como divertimento, fotografía, seguridad o, gracias a Amazon, como los repartidores y mensajeros del futuro, lo cierto es que las aplicaciones de los drones en nuestra sociedad son muchas y variadas. Y el mundo agrario o rural no escapa a la entrada de los drones en su entorno.
En ese sentido, ya son varias las iniciativas que emplean drones para monitorizar la evolución de las cosechas y poder tomar mejores decisiones respecto a su recolección o los tratamientos para evitar plagas o enfermedades. Pero los drones no sólo “vigilan” nuestras zonas rurales: también pueden ayudar a construirlas y consolidarlas. Eso es, al menos, lo que proponen desde Biocarbon Engineering, una compañía fundada por un exingeniero ambiental de la NASA (Lauren Fletcher) que ha desarrollado un sistema con drones para plantar hasta 36.000 árboles en una sola jornada de trabajo.
El proceso de siembra tradicional es largo y tedioso, ya no sólo por tener que recorrer amplias extensiones de terreno para ir depositando las semillas sino porque es muy complicado abarcar grandes extensiones deforestadas y monitorizarlas posteriormente en cuanto al crecimiento que experimenten los árboles. Y, por el contrario, la plantación a gran escala mediante aviones es muy poco precisa y atesora tasas de éxito muy bajas en comparación con la siembra manual.
Sin embargo, con el uso de drones el proceso se vuelve increíblemente sencillo y efectivo. Todo se realiza de forma automática, desde el reconocimiento previo del terreno hasta el procesamiento de esa información para decidir dónde es mejor plantar. Tras ello, el dron baja hasta los 2/3 metros de altitud para depositar una suerte de bolsas con las semillas del árbol ya germinadas y preparadas para “agarrarse” al terreno. La compañía también realiza una monitorización posterior de todos los árboles plantados por medio de estas aeronaves no tripuladas, cerrando el círculo de una acción exitosa y que ayudará a respirar mejor al planeta Tierra.
Sin duda, lo mejor del sistema desarrollado por Biocarbon Engineering es que posibilita abarcar grandes extensiones de terreno, en muy poco tiempo y con altas tasas de éxito. Pero también permite hacerlo a un coste mucho menor que los métodos convencionales (hasta un 85% menos, gracias a los menores costes laborales) y abre la puerta a poder plantar hasta 1.000 millones de árboles al año, que se dice pronto, lo que permitiría reforestar gran parte de las zonas más afectadas por el cambio climático en la actualidad.
Fuente: BioCarbon Engineering