El Gobierno surcoreano invertirá un capital de 426 millones de dólares, en los próximos tres años, para dar un impulso a la industria dron en el país asiático. Con esta inyección de capital, Corea del Sur también se encargará de incentivar los proyectos de investigación en este sector, así como el desarrollo de drones y el establecimiento de centros de pruebas en ciudades de gran importancia, como Daegu y Busan.
Hasta el 2019, Corea del Sur se gastará dicha cantidad, proveniente tanto del sector público como del privado, en investigación y en el desarrollo de aeronaves no tripuladas de alta capacidad. La idea es crear dispositivos que puedan operar en condiciones meteorológicas desfavorables y que estén equipados con sistemas que permitan la evasión de obstáculos.
Por su parte, el sector público surcoreano invertirá 170 millones, del montante total, en el desarrollo de aeronaves que se encarguen de la vigilancia contra incendios y del mantenimiento de instalaciones energéticas. Parte de este capital irá destinado a la adquisición de drones para el cuidado de las plantaciones agrícolas y para llevar a cabo tareas de transporte de mercancías. Las previsiones de crecimiento del sector dron, concretamente en la industria local y el sector servicios, llegarían hasta los 1.000 y 3.000 millones de dólares para los años 2020 y 2025, respectivamente.
Estas cifras distan mucho de las registradas durante el 2016 en estos mercados, unos 150 millones de dólares. Y es que, los drones de Corea del Sur apenas representan actualmente un 2% del mercado mundial. Sin embargo, con esta inversión del Gobierno del país asiático, Corea del Sur aspira a convertirse en una potencia que compitan con otras ya consolidadas como China o Estados Unidos.
Según estudios del sector, como los elaborados por la consultora Research and Markets, se espera que el mercado global de drones supere los 21.000 millones de dólares para el año 2022. En este contexto, en los próximos seis años se superaría, en casi cuatro veces, el valor actual del mercado dron mundial, tasado en unos 6.000 millones de dólares.
Imagen: Patrick Vierthaler
