Los microdrones no tienen de momento un papel muy destacado en el sector. Pero poco a poco este tipo de dispositivo, muy ligeros de peso y menudos de tamaño, se van haciendo un hueco en el mercado. Su demanda va en aumento. Al menos es lo que se deduce de la oferta de los fabricantes, que siguen lanzando estas soluciones. Uno de los últimos en renovar su propuesta ha sido la empresa australiana Sypaq.
En el marco de la feria especializada Avalon Airshow, celebrada en Australia, la gente de Sypaq han lanzado un nuevo dispositivo de menos de 100 gramos. El Corvo Micro solo pesa 99 gramos, pero sus características técnicas son notabletas. Su batería tiene una autonomía de 25 minutos y el alcance del dron es de 1 kilómetro.
Es cierto que el peso del dispositivo invita a pensar que levantar el vuelo consumirá poca energía. El hecho de ser un dron de ala fija también es un síntoma de que su vuelo será eficiente. Sin embargo, al ser el dispositivo tan pequeño no tiene mucho sitio para portar una batería voluminosa -ni pesada, pues también es ligero-, con lo que la autonomía de la aeronave se debería resentir.
Además de no ocurrir esto, el Corvo Micro tiene otras virtudes. Es silencioso, por lo que es difícil de detectar, incluso a altitudes bajas. Ni por la observación ni por escuchas revela su presencia este dron. Es capaz de procesar las imágenes de vídeo obtenidas en vuelo, mientras que obtiene metadatos FMV y KLV en tiempo real.
Siguiendo con las especificaciones físicas, el dron tiene una envergadura de 32 centímetros. Su cámara graba vídeo a una calidad de 720p y, para los vuelos nocturnos, cuenta con infrarrojos de onda larga y un sensor de estabilización.
El objetivo de Sypaq es que su dispositivo sirva para operaciones en áreas con mucha población, donde un fallo en el vuelo de este dron signifique un riesgo mucho menor que el que comportaría una aeronave de mayor peso y tamaño.