La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que sumará nuevos recursos para la vigilancia de tráfico. De momento, además de los efectivos de la Agrupación de Tráfico y los radares se cuenta con los helicópteros Pegasus para controlar las carreteras. Pero a partir de 2019 –incluso puede que desde finales de 2018– se incorporarán drones a esta tarea.
Así, los drones harán una labora similar a la que hacen los helicópteros hoy en día. Una de las preocupaciones principales de la DGT es el exceso de velocidad. Este afecta a la seguridad vial y a la siniestralidad en las carreteras, que por cierto creció en 2017. No es una novedad, pues es el cuarto año consecutivo que el número de víctimas aumenta.
Para poner freno a esta tendencia la DGT se ha decidido a apostar por los drones, en el marco de la nueva normativa nacional, aprobada en diciembre, que regula el uso de las actividades comerciales con aeronaves no tripuladas. En este sentido, el director general de la DGT Gregorio Serrano anunció que la entidad comprará una serie de RPAs este año y el que viene para prevenir accidentes.
Sin duda la incorporación de drones a los recursos de la DGT supone un salto para la entidad en varios aspectos. El primero de ellos es el ahorro de costes, debido al menor gasto del que hace gala el despliegue de un conjunto de drones que el de un helicópetro. Pero, además, los efectivos de Tráfico tienen que recibir formación, como de hecho están recibiendo, para pilotar las aeronaves no tripuladas. Se trata, por tanto, de un principio de reconversión de los medios de la DGT.
Poco se sabe de las aeronaves que se emplearán. Pero lo que está claro es que estarán equipadas con sensores de precisión, especialmente cámaras. Y es que a fin de cuentas de lo que se trata es de captar la actividad de las carreteras, algo que hasta el momento los helicópteros eran los únicos que lo hacían desde el aire.
Imagen: DGT