Un Airbus A320 de la compañía británica British Airways con 132 pasajeros y cinco miembros como tripulación, fue golpeado en la parte frontal por lo que, según se cree, fue un dron. La policía británica está investigando el suceso.
Según informaciones emitidas por la Policía Metropolitana de Londres, el dispositivo habría impactado en la parte frontal del Airbus A320 cuando este se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Heathrow, de Londres. La aeronave pudo aterrizar sin mayores problemas y, tras tomar tierra, el piloto afirmó que un objeto había colisionado con la parte delantera del avión.
Las autoridades también han confirmado que no se ha procedido a detener al piloto de ninguna aeronave no tripulada. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar. Un portavoz de la CAA (Civil Aviation Authority), la autoridad para las cuestiones de aviación civil del país británico, ha afirmado que es totalmente inaceptable que se vuelen drones cerca de los aeropuertos y que cualquiera que infrinja la normativa se expone a “sanciones severas, incluida la entrada en prisión”.
Por su parte, Steve Landells, miembro de la British Airline Pilots Association (BALPA), alega que era cuestión de tiempo que hubiese una colisión contra un dron, y hace un llamamiento para endurecer las reglas actualmente vigentes.
La aerolínea británica también se ha pronunciado sobre lo ocurrido. Un portavoz de la misma ha informado de que la aeronave aterrizó sin problemas, que fue examinada a fondo por sus ingenieros y estaba lista para volar en el siguiente vuelo. También han confirmado que darán a la policía toda la asistencia necesaria para el desarrollo de la investigación del caso.
Si se confirma que el impacto haya sido de un dron, podría ser el primer incidente de este tipo en Reino Unido, ya que, hasta ahora, no se había llegado a producir ninguna colisión. A la hora de volar uno de estos dispositivos, ya sean drones de ala fija o un cuadricóptero, hay que tener serias precauciones, ya que incumplir ciertas normas, como la de volar a más de 122 metros o lejos de edificios y grupos de personas, puede llegar a ser castigado con hasta cinco años de prisión.
Para tener un mayor control de estos dispositivos, Estados Unidos promovió recientemente un sistema de registro de drones para identificar a su propietario en caso de accidente. Además, también se podría impulsar una medida que obligue a los drones a volar mediante un software de geolocalización (GPS), para evitar que operen en áreas restringidas, como son los aeropuertos.
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