Sin duda se trata de una de los hechos más comentados de la semana. A lo largo de los últimos días se han venido sucediendo las noticias que informan de los drones que de forma ilegal han sobrevolado enclaves sensibles de la capital francesa. En total se han detectado una docena de vuelos sobre Paris.
De forma ilegal y de forma peligrosa hay que añadir. No olvidemos que aún están recientes las heridas causadas por los atentados que golpearon Paris el pasado enero o los vuelos realizados sobre centrales nucleares francesas a finales del año pasado.
Como expone la Fédération Professionnelle du Drone Civil, asociación francesa que aglutina a empresas e instituciones del sector en Francia, los vuelos detectados contravienen la regulación existente de forma clara. La regulación francesa, en vigor desde 2012, prohíbe, al igual que la española, volar en espacio aéreo restringido o en zonas pobladas si no se han tenido en cuenta medidas mitigadoras. Igualmente la legislación prohíbe categóricamente la realización de vuelos nocturnos.
Desde este punto de partida corresponde a las autoridades francesas la aplicación de la ley con rigor y rapidez. Y así ha sido. Como informa la BBC el periodista de Al-Jazeera, Tristan Redman, ha sido multado con una suma 1.000 euros por sobrevolar el céntrico parque del Bois de Boulogne en Paris. En paralelo, como informa el diario francés Le Figaro, las autoridades francesas están trabajando en un programa para desarrollar dispositivos de detección y disuasión con una dotación presupuestaria de 1 millón de euros.
El problema sin embargo no acaba en la ilegalidad de los vuelos. Como indica la Fédération Professionnelle du Drone Civil, este tipo de sucesos afectan de seriamente a un sector con amplias expectativas de desarrollo que además en el caso de Francia es puntero. El impacto es mediático, social y económico.
Como informa el gigante francés Parrot el negocio asociado a los drones creció un 97% en 2014 gracias al crecimiento de las ventas de drones no comerciales, con una cifra de negocio en este segmento de 83 millones de euros y más de 700.000 unidades vendidas a nivel mundial.
Concienciación sinónimo de dron
Creemos que lo esencial es comenzar desde la base. Es crucial informar adecuadamente y promover un uso responsable de este tipos de dispositivos. No basta con desarrollar una reglamentación restrictiva y prohibir el uso de los drones. Ante todo es necesario crear y desarrollar una serie principios básicos y hacerlo de forma incluyente, integrando todos los puntos de vista y, por supuesto, todos los intereses.
Existen ejemplos muy ilustrativos como la iniciativa Know Before you Fly, una campaña educativa lanzada por la Association for Unmanned Vehicle Systems International (AUVSI), la Academy of Model Aeronautics (AMA) y la Small UAV Coalition junto con la Federal Aviation Administration (FAA) para concienciar a los usuarios en relación con la operación segura de drones. También están surgiendo iniciativas en España a las que dedicaremos espacio en estás páginas.
Del lado de los fabricantes existen ya iniciativas para limitar las capacidades de los drones. Por ejemplo, según informa la prestigiosa revista Wired, DJI, fabricante del Phantom 2 que se accidentó recientemente en la Casa Blanca, ha modificado voluntariamente el software de sus productos para impedir que sobrevuelen el centro del poder americano en un radio de 15,5 millas (lo que se ha dado en denominar “GPS fencing”).
Estas iniciativas y las que a buen seguro surjan en el corto plazo podrán reducir el número y gravedad de algunos incidentes, pero no van a ser suficientes. Hoy en día está al alcance de muchos aficionados la posibilidad de crear un dron a la medida y al margen de restricciones y prohibiciones. Mientras se sigue investigando quién está detrás de los vuelos nocturnos en la capital francesa todos debemos reflexionar acerca de cómo hacer que nuestras ciudades puedan convivir con el futuro que ya está aquí.
Imagen: AFP
