Los ganaderos del municipio del pirineo aragonés de Benasque, concretamente del valle de Estós, han apostado por la utilización de aeronaves no tripuladas para la vigilancia del ganado. Gracias a la avanzada tecnología sensórica integrada en los dispositivos, los pastores podrán controlar el estado de salud de las reses mientras estas pastan en los prados.
Esta combinación de técnicas tradicionales de ganadería extensiva y tecnología dron ayudará a facilitar en gran medida el trabajo de los profesionales del pastoreo. La idea tuvo su origen en un ganadero de la zona, que vio la posibilidad de utilizar estos dispositivos para vigilar los desplazamientos del ganado bovino por las montañas. El dron, que aún está en fase de desarrollo, ha sido bautizado como “Isorigué”, una palabra de la lengua local de la zona que sirve para denominar al cernícalo.
De ahí derivó al presidente de la Junta de Propietarios de Estós, Miguel Ángel López, quien afirma que este sistema de control de las reses resultará útil para ver las variaciones de temperatura del ganado. Estas variaciones pueden traducirse en un parto inminente, si el animal se encuentra en período de gestación, o también alguna dolencia o enfermedad, que podría provocar la muerte del animal si no es detectada y remediada a tiempo.
El proyecto también llegó a oídos de la compañía barcelonesa de drones Hemav, quien vio la viabilidad del mismo. De este modo, los sensores que se van a integrar en los drones se encargarán de enviar la información recogida a un sistema de almacenamiento en la nube de la empresa catalana, quien lo gestionará previamente antes de que la información aparezca en el dispositivo de seguimiento del pastor.
Además de estas características mencionadas, se prevé que el dron también tenga la capacidad de analizar y seleccionar las zonas más adecuadas para el pasto del ganado. Si la iniciativa prospera podría extenderse a otros puntos de la geografía española, ya que existen varios ganaderos interesados en estos “drones pastores”.
Imagen: Putneypics