Drones y fotografía aérea en arquitectura: la quinta fachada

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Así es como muchos arquitectos llaman a la cubierta de sus edificios, una imagen que difícilmente puede contemplarse a no ser que los edificios puedan ser contemplados desde alturas superiores a la suya. Esto sucede en paisajes escarpados, o en ciudades que han crecido escalando un relieve abrupto, de manera que los barrios altos se asoman sobre los tejados de otros más bajos.

Aún así, la visión de la cubierta de los edificios ha sido una herramienta muy frecuente para los arquitectos cuando se enfrentan al desarrollo de un proyecto. Esto es así desde que el diseño de edificios pasó de depender de los maestros de obra que construyeron las catedrales a ser cometido de los arquitectos desde el Renacimiento hasta hoy. Los arquitectos comenzaron a concebir la totalidad de los edificios sobre planos antes de iniciar la construcción, frente a la costumbre medieval de ir tomando las decisiones a medida que los edificios se levantaban, lo que a veces podía llevar el tiempo equivalente a varias generaciones de artesanos.

Proyectar utilizando la vista en planta es en una tarea habitual para los arquitectos: el resto de visiones espaciales del edificio quedan muchas veces en la mente de sus creadores hasta el momento en que sea posible habitarlos. Así, muchas decisiones de diseño se basan en una forma de percibir la arquitectura que casi nunca será posible para sus usuarios, donde una estricta geometría o una composición abstracta acaban por dominar la forma del edificio a pesar de que difícilmente puedan ser percibidas desde el suelo.

Hoy día la fotografía aérea de calidad que proporcionan las modernas cámaras embarcadas permiten poner a prueba la capacidad de los arquitectos de controlar sus proyectos hasta en detalles que solían pasar desapercibidos. Como se destaca en un interesantísimo reportaje de Arch Daily, algunos edificios icónicos como la Casa del Té de Álvaro Siza en Oporto o el Bíomuseo de Frank Gehry en Panamá, nos muestran la riqueza de sus cubiertas bajo las que se cobija una arquitectura rica en detalles en tres dimensiones.

Sin embargo, es preciso estar atentos: no siempre una buena foto de cubierta garantiza una buena arquitectura y muy a menudo edificios que desde el suelo nos parecen geniales podrían decepcionarnos cuando los miramos desde el cielo.

Fuente: ArchDaily

Imagen: Boa Nova Teahouse / Álvaro Siza Vieira © Joao Morgado

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