Con el paso de los años, el sector minero ha ido reinventándose con el fin de procurar condiciones más seguras para los trabajadores, así como para lograr el aumento de la productividad en los trabajos. La colocación de canarios en las galerías de las minas, para detectar gases tóxicos, fue una de las primeras medidas que se tomaron para mejorar la seguridad de los mineros. Para evitar los posibles daños físicos de los operarios en su labor, el sector ha puesto como objetivo sustituir a los operarios por otro medio, y es aquí donde entran en juego los drones.
La automatización en los procesos de trabajo es la meta de empresas de industria pesada como es el caso de la minería y de la construcción. Por esto, grandes firmas como las británico-australianas Rio Tinto y BHP o la canadiense Barrick Gold están realizando inversiones en este aspecto, incluyendo el incremento del uso de vehículos autónomos. Estos vehículos ayudan a mejorar la productividad de los trabajos y las condiciones de seguridad.
Las primeras generaciones de estos dispositivos eran controlados a distancia por un trabajador, incluso a cientos de kilómetros, sin la necesidad de un operario en cabina. Sin embargo, las nuevas generaciones de vehículos autónomos no solo no necesitan un operario a bordo, sino que funcionan de forma completamente autónoma. Es el caso de los drones terrestres que Komatsu, una compañía japonesa que fabrica equipamiento para la construcción, y que presentó una línea de vehículos autónomos para el transporte en la MINExpo 2016.
Sin embargo, hay ciertas tareas, por ejemplo en espacios cerrados, que precisan mucho más que un dron autónomo tenga sistemas como GPS o LiDAR para guiarse en el entorno. Aquí entra también la labor del mapeo 3D que se lleva a cabo con aeronaves no tripuladas. Gracias a los sensores integrados en estos dispositivos, se pueden obtener datos del terreno con los que elaborar modelados 3D, y así poder programar las funciones de los diferentes vehículos autónomos.
Un ejemplo de esta aplicación se ha podido ver en la alianza comercial entre Komatsu y Skycatch, con un sistema denominado Smart Construction, donde la unión de drones y maquinaria inteligente permiten aumentar la productividad de la industria pesada. Al igual que ocurriera posteriormente con la aplicación de vuelo Commander, fruto de la alianza entre DJI y Skycatch, cuyo objetivo es el de impulsar el mapeo con drones.
Imagen: Komatsu