Drones, nueva herramienta de trabajo del arqueólogo

0

Los arqueólogos tienen cada vez más claro que la mejor manera de descubrir qué se esconde bajo tierra es buscar desde el cielo. Por ello, los drones son una herramienta que ha empezado a abrirse un hueco en el kit de herramientas de esta disciplina científica.

Desde hace varias décadas, la prospección guiada por termografía (imágenes de calor) ayuda a los arqueólogos a localizar edificaciones bajo tierra, gracias a que las paredes de piedra y ladrillo emiten calor de una forma diferente al suelo circundante. Sin embargo, para garantizar su eficacia, las imágenes debían tomarse en vuelos a baja altura… algo económicamente inviable en la mayoría de los casos hasta ahora. Hasta la llegada de los drones.

El caso del yacimiento Blue J

En mayo de 2014 la revista Journal of Archaeological Science se hizo eco de cómo un grupo de investigadores liderados por Jesse Casana (Universidad de Arkansas) y John Klanter (Universidad de Florida Norte) usaron con éxito un vehículo aéreo no tripulado (un multicóptero de 8 rotores) en el proceso de una investigación acerca de una cultura indígena que hace siglos residió en el noroeste del estado norteamericano de Nuevo México.

El asentamiento, conocido como Blue J y con una antigüedad datada de aproximadamente un milenio (entre los años 600 y 1150 de nuestra era), no está lejos del Cañón del Chaco, antiguo centro cultural y religioso de los indios pueblo, así como tierra de origen de los hopi y los navajo.

El dron, equipado con una cámara con sensor de calor reveló escombros de piedra, pozos ceremoniales y otros vestigios de las construcciones edificadas por esta cultura nativa. Todos ellos, descubrimientos que en el pasado habrían sido impensables sin alterar el paisaje. Según Kanter, el uso de drones ahorra a los arqueólogos mucho tiempo y dinero, evitándoles cavar de manera aleatoria para descubrir qué se esconde bajo la superficie.

Otros usos arqueológicos de los drones

Pero los drones no resultan útiles únicamente en el campo de la termografía aérea: también se les equipa con sensores infrarrojos, magnetómetros, barómetros y dispositivos GPS para realizar mapeados 3D y registros digitales de yacimientos, conservando los datos para su uso futuro si hiciera falta proceder a su restauración.

Mientras, en Perú, el arqueólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú y viceministro de Cultura Luis Jaime Castillo Butters ha puesto en marcha un pequeño ejército de drones para realizar labores de búsqueda y supervisión de yacimientos, y poder así proteger el patrimonio histórico de su país de los numerosos casos de saqueo causado por traficantes de antigüedades o de destrucción a manos de especuladores de suelo.

Según Austin Hill, un arqueólogo de la Universidad de Connecticut que también ha utilizado drones para el estudio de yacimientos en Oriente Medio, los drones constituyen una “excelente herramienta para la identificación de sitios arqueológicos”, pero aún presentan varios problemas, como su elevada curva de aprendizaje o su fiabilidad.

 

Imagen: Wikipedia

Arqueología

Sobre el autor

Marcos Merino

Redactor freelance. Escribo sobre ciencia, tecnología y marketing en @TICbeat. // Wordpress Maker. // Aprendiz de antropólogo. // Animal cívico.