La energía eólica es una alternativa energética que cada vez va ganando más peso a nivel mundial. Sin embargo, actualmente es una fuente energética con altos costes operativos y para que sea sostenible, tiene que maximizarse su eficiencia. Esto se logra colocando las turbinas de los parques eólicos con una orientación hacia las zonas que tengan unas condiciones de viento lo más favorables posible, algo que no resulta sencillo.
Una de las alternativas para lograr encontrar lugares idóneos, donde ubicar estos parques eólicos, es la realización de pruebas con túneles de viento. Pero con este método es complejo emular la variedad de comportamientos que pueden darse en los parques eólicos. Por esto, se ha recurrido al uso de aeronaves no tripuladas.
Gracias a una serie de herramientas que se integran en las aeronaves, estas pueden recopilar información precisa en un contexto práctico real, procesarla para obtener datos del comportamiento, y posteriormente, ayudar a encontrar las localizaciones y orientaciones ideales para que los parques eólicos ofrezcan el mejorar rendimiento posible.
Esta iniciativa ha sido planteada por un equipo de investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich. Sus miembros han desarrollado un dron con herramientas para medir la velocidad y la dirección del viento, así como las turbulencias que se encuentran de forma habitual en los parques eólicos. Los resultados de los datos ayudan a conocer mejor el comportamiento del viento, y por ende, a mejorar la eficiencia de las turbinas.
Este es uno de los numerosos usos de los drones en el plano profesional. Aunque en el caso del ámbito industrial, ya habíamos visto que esta tecnología podía usarse, por ejemplo, para la inspección de infraestructuras energéticas, como es el caso de las centrales energéticas. La empresa estadounidense Consolidated Edison realiza inspecciones con drones, ahorrando costes y evitando que los operarios realicen tareas que pueden resultar peligrosas.
Imagen: A Train