La inspección de instalaciones de energías renovables es una tarea apta para drones, tanto si se trata de plantas solares como de centrales eólicas. Son un tipo de infraestructura que se somete adecuadamente al estudio que permiten estas aeronaves mediante las imágenes aéreas.
DroneGrid es una empresa belga que ha decidido ir un paso más allá. No solo ofrece los servicios de inspección mediante drones, en este caso, de plantas solares, sino que lo hace mediante aeronaves autónomas.
El proceso es sencillo y no quiere decir que no implique la presencia de un piloto. Y es que de momento no hay legislaciones que permitan a los drones volar de forma autónoma. De hecho el único país que ha expedido un permiso para este tipo de vuelo ha sido Israel.
Una vez contratados los servicios de la empresa, esta manda a un piloto con el equipo a la central solar. El técnico lanza del dron a volar y a partir de ahí supervisa. Y es que la aeronave está preparada para funcionar de forma autónoma, realizando pasadas para fotografiar cada detalle de los paneles solares.
El piloto puede intervenir en cualquier momento y tomar control del dron, con el fin de revisar un determinado lugar o llevar a cabo una inspección más exhaustiva de algún aspecto que interese al cliente. Pero la idea de DroneGrid es que los dispositivos vuelen por sí mismos y capten las imágenes también de manera autónoma.
Después todas las imágenes se vierten a un software para su procesamiento. El las tendrá a su disposición para analizarlas al detalle.
Imagen: Jack C. Haskell