Algunas de las muchas aplicaciones a las que se puede destinar un dron están localizadas en el sector de la vigilancia y la seguridad. Gracias a su privilegiada perspectiva del terreno, pueden cubrir áreas de gran tamaño y analizar e investigar sucesos de una forma mucho más eficaz que con medios convencionales.
Los cuerpos de seguridad de Portugal, en colaboración con las universidades de Tras-os-Montes y Alto Douro, han desarrollado una iniciativa denominada PSP (Public Security Police) en la ciudad de Vila Real. Este proyecto consiste en usar drones ligeros equipados con cámaras de alta definición para investigar las causas de los accidentes de tráfico.
Gracias a este nuevo método, se podrá proceder más rápida y eficazmente que con los medios convencionales. En unos pocos minutos el dron podrá grabar la escena del accidente y gracias a las imágenes recogidas se podrán reconstruir los hechos de forma más eficaz y en mucho menos tiempo.
Como añadido, el uso de las aeronaves no tripuladas prevendría tener que bloquear las carreteras durante largos períodos de tiempo, evitando los problemas de circulación que esto supone. Las primeras pruebas con los drones han sido recientes pero no se sabe con certeza cuándo se implantará definitivamente este nuevo sistema.
Portugal no es el único país que está avanzando en este sector ya que la compañía canadiense Aeryon Labs ha desarrollado drones que también realizan esta función. Algunos de sus dispositivos como el Scout y el SkyRanger ya están disponibles en el mercado y sus precios oscilan entre los 65.000 y los 120.000 dólares. Gracias a estos dispositivos se puede reducir el tiempo de mapeo del terreno de dos horas a tan solo 15 minutos y dar apoyo a las investigaciones en profundidad que se vayan a realizar si fuese necesario.
La implantación total de este sistema tiene sus contras. En primer lugar, las condiciones climatológicas adversas podrían suponer un problema a la hora de la puesta en marcha de los dispositivos. Y a esto se le puede sumar la normativa vigente, que impone numerosas restricciones para que los RPAS vuelen sobre poblaciones y núcleos urbanos, pudiendo acarrear sanciones económicas o judiciales por su incumplimiento.
Sin embargo, la FAA cada vez está estudiando medidas para seguir flexibilizando el marco normativo de las aeronaves no tripuladas. De este modo, se abre la puerta a nuevas aplicaciones y proyectos con drones, tanto desde el punto de vista comercial como en diferentes sectores como la paquetería o la industria.
Imagen: KOMUnews