Un acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Defensa y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha dado como resultado el inicio de operaciones con aeronaves no tripuladas para controlar la actividad de los pirómanos. De momento será en la zona de El Bierzo, donde en los últimos años se han producido una serie de incendios que finalmente se determinó que fueron provocados.
Los drones tendrán como misión detectar incendios de forma rápida y prevenir su provocación, vigilando la zona y alertando sobre cualquier movimiento sospechoso. Y es que en El Bierzo se estima que más del 70% de los fuegos son provocados.
El tipo de aeronave que hará los trabajos es el Rapaz, empleado en Afganistán para advertir de posibles ataques y que ahora se ha reconvertido a la operación civil.
El operativo lleva activado desde el pasado 15 de julio. De hecho los drones ya han alertado de inicio de un fuego en dos ocasiones. Se buscan columnas de humo, pero también se usan imágenes térmicas para detectar posibles puntos de calor. El objetivo es siempre el mismo: que el fuego se quede en un conato y no llegue a incendio. Las operaciones se mantendrán hasta el día 15 de septiembre.