La actual legislación que rige el uso de aeronaves no tripuladas es desconocida para muchos aficionados a estos dispositivos. Desde la implantación de la normativa provisional, hace casi dos años, AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) ha expedientado 35 casos con multas que superan los 250.000 euros.
Las leyes actuales no permiten el uso de estos dispositivos sobre grandes aglomeraciones de personas al aire libre, ya sean conciertos, eventos deportivos o reuniones de cualquier índole. Es por esto que la mayoría de las multas se deben a volar los dispositivos sobre núcleos urbanos. El Ministerio de Fomento está valorando permitir volar en espacios abiertos si el piloto tiene conocimientos de seguridad en el vuelo del dispositivo.
La cantidad de las sanciones varía en función de si el infractor es un particular o una empresa. Si un particular vuela de forma ilegal una aeronave no tripulada, la multa podría alcanzar los 225.000 euros. Por el contrario, si es una empresa la que está detrás de la infracción, la cantidad máxima alcanzaría los 4,5 millones de euros.
Los dispositivos más demandados por los consumidores para actividades de ocio son los que pesan un máximo de 2,5 kilos. Y aunque hasta los 25 kilos no se necesita permiso expreso de AESA, sí deben conocerse los riesgos y hay que presentar ante la agencia una declaración de responsabilidad.
La mayoría de los permisos para volar drones por parte de las empresas van destinados a trabajos fotográficos, vigilancia de zonas agrícolas y grabación cinematográfica. Según datos de AESA, ya hay más de 1000 operadores de drones de menos de 25 kilos registrados en nuestro país.
Los drones no solo son dispositivos con fines lúdicos. Cada vez hay más empresas que precisan operadores para realizar trabajos profesionales y más personas que se forman en este ámbito. En España ya hay 108 centros autorizados para impartir cursos de pilotaje de drones, aunque solo 58 se han decantado por hacerlo.30
Imagen: Maciek Lulko
