Las autoridades francesas han decidido recurrir a los drones para reforzar las medidas de seguridad del país en eventos multitudinarios, como la próxima Eurocopa de fútbol o el Tour de Francia, que se celebran en los meses de junio y julio, respectivamente.
Ante estos grandes eventos deportivos que se avecinan, el gobierno del país galo considera la posibilidad de extender la duración del estado de emergencia, establecido en el país desde los atentados terroristas ocurridos en 2015, hasta la finalización de dichos eventos.
Estos atentados sufridos en los últimos meses, tanto en la capital como en diversos puntos del país, han obligado a las autoridades a aumentar la seguridad para evitar otros trágicos episodios. Según Le Figaro, los cuerpos de seguridad del país planean desembolsar unos 429.600 euros en la adquisición de los dispositivos y en el adiestramiento de los pilotos para poder operar dichos aparatos.
La policía francesa se haría con hexacópteros capaces de alcanzar velocidades de hasta 35 kilómetros por hora, con una autonomía de unos 30 minutos, con un peso que no sobrepasa los 10 kilos y que podrían volar hasta a 100 metros de altitud. Para esta misión de vigilancia, las aeronaves no tripuladas llevarán integradas cámaras HD, capaces de grabar con una calidad 720pp y con un zoom óptico de 10 aumentos. Además, también integrarán cámaras infrarrojas y con capacidad de detectar señales térmicas.
Sin embargo, pese al objetivo final para el que se precisan los drones, algunos miembros de grupos de defensa de los derechos humanos han mostrado su disconformidad con este proyecto. Maryse Artiguelong, portavoz del grupo de Libertades y Tecnologías de la Información de la Liga de los Derechos Humanos, reconoce la utilidad de los dispositivos para garantizar la seguridad de los ciudadanos, sin embargo, afirma que se deben evitar los sistemas de vigilancia masivos.
Imagen: eutouring
