El boom de las aeronaves no tripuladas ha permitido que su uso se extienda cada vez más en una gran diversidad de sectores. Pese a nacer para el ámbito militar hace varias décadas, cada vez más se utilizan más en el sector civil, tanto para labores profesionales como para ocio y entretenimiento. Y es que, a día de hoy hay registrados más de 1.400 operadores de drones en nuestro país y casi 2.000 pilotos especializados en estos dispositivos.
Algunas de las aplicaciones más frecuentes en el ámbito civil son las relacionadas con las labores de seguridad. Por esto, la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (ASRE) ha presentado un protocolo de actuación para el uso de estos dispositivos incluido en el Plan de Emergencias de la Generalitat Valenciana. Este protocolo explica qué organismos y en qué situaciones se puede recurrir al uso de RPAS en emergencias.
Este plan será presentado ante la Comisión de Protección Civil el lunes 20 de junio para que los organismos que integran este órgano puedan conocer y evaluar dicha iniciativa. José María Ángel, director general de ASRE, ha informado de que la intención es que los drones que se vayan utilizar se integren en una unidad básica de actuación. De este modo, el uso de los RPAS en estas actuaciones se podrá desarrollar de una forma más efectiva y coordinada.
ASRE tiene entre manos adquirir un dron, para poder realizar vuelos nocturnos, y combatir la plaga de los incendios forestales en la campaña de este verano. Pero además de utilizarse en la labor de extinción de incendios hay otras situaciones de emergencia en las que se podrían usar como son las labores de búsqueda y rescate de personas, inundaciones y accidentes industriales, así como situaciones de riesgo sísmico o de contaminación de aguas costeras o de interior.
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