Impresión 3D: fabricar un dron ya es posible

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¿Es posible fabricar nuestro propio dron con una impresora 3D? ¿Existen máquinas capaces de construir todos y cada uno de sus componentes, extraordinariamente complejos, dando lugar a un dron de rendimiento óptimo? Son preguntas que los amantes de los drones se han hecho en numerosas ocasiones y que ahora tienen una respuesta: sí.

El profesor David Sheffer, exingeniero de Rolls-Royce y actualmente trabajador de la Universidad de Virginia (USA), ha puesto en marcha un proyecto en el que ha utilizado la tecnología de impresión 3D para crear una estructura completa de aeronave no tripulada que permite sacarse de la manga un dron en apenas 37 horas y de forma completamente automatizada.

El prototipo, denominado “Razor”, tiene un peso de apenas 3 Kg. Como “cerebro” del dron, Sheffer ha optado por un smartphone Nexus 5, mientras que la cámara puede ser una GoPro al uso, pues el dispositivo soporta hasta 0,68 kg de peso añadido.

Untitled2Cuenta con una autonomía de hasta 50 minutos a unos 65 km/h, una velocidad más que aceptable para este equipo. Se compone de nueve piezas independientes que se unen entre sí, conformando un único chasis con alerón, aletas y una zona central resguardada donde se aloja el teléfono. El dron se controla con un mando tradicional por radiocontrol o a través de una app móvil que se sincroniza con el Nexus 5 que lleva incorporado la aeronave. Además, el dron puede emplear el GPS del smartphone para moverse de forma automática en una determinada dirección.

No obstante este dron tiene graves fallos que deben ser solucionados antes de que sea una opción viable a nivel comercial. En primer lugar, el hecho de estar fabricados en madera y no en plástico o metal (los materiales que más resistencia ofrecen) confiere al prototipo un aspecto muy anticuado y poco práctico. Asimismo, la propia impresión 3D que se utiliza es inadecuada para construir este tipo de dispositivos, ya que emplea una fabricación por capas de cada pieza, lo cual las hace especialmente débiles en el aire.

¿Su precio? 2.500 dólares (800 de los materiales base, 1.700 dólares de electrónica y montaje), un precio muy similar al de los drones de uso profesional que han sido fabricados a la manera tradicional. Sin embargo, aquí hay que tener en cuenta que, en caso de que una parte se dañe o resulte destruida, podemos imprimir de nuevo ese mismo área sin necesidad de comprarnos un nuevo dron completo. Asimismo, en su uso militar, se trata de una grandísima ventaja el poder disponer de un dron nuevo en cualquier momento, fabricando las unidades precisas en el momento clave, en cualquier lugar y a un coste asequible.

La iniciativa de la Universidad de Virginia no es la única. Otro equipo del Advanced Manufacturing Research Centre (AMRC) de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) en colaboración con el gigante Boeing ha diseñado un dron construido con plastico ABS (acrónimo de acrilonitrilo butadieno estireno), un plástico habitualmente utilizado en automoción y usos domésticos, con excelentes resultados. El prototipo desarrollado confirma las prometedoras posibilidades de la tecnología 3D para ahorrar coste y dinero en la fabricación de drones comerciales.

Fuentes e Imágenes: Universidad de Virginia. Universidad de Sheffiled

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