El grupo de investigación UAx, del Instituto de Diseño para la Fabricación (IDF) de la Universidad Politécnica de Valencia, se encuentra desarrollando drones aptos para diferentes usos cuyo principal atractivo es, no obstante, su modo de fabricación: la tecnología de impresión 3D.
Se trata de hexacópteros que han dado buenos rendimientos en lo que respecta a la aceleración en las pruebas realizadas hasta la fecha, obteniendo grandes aceleraciones tanto positivas como negativas. Además, son aeronaves de apenas 800 gramos de peso y que son capaces de alcanzar los 70 kilómetros por hora. Este modelo es el primero fabricado únicamente con tecnología 3D desarrollado íntegramente en nuestro país.
Los drones ÍO FPV, como los denominan, están fabricados íntegramente con tecnología 3D. El material escogido para su desarrollo es el ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), un termoplástico amorfo que se usa comúnmente en automoción debido a que es fácil de manipular y tiene gran resistencia a los impactos. Además, las aeronaves cuentan con 200 vatios de energía y tienen una envergadura de tan solo 20 centímetros.
En los últimos años, este grupo de investigadores ha ido desarrollando drones de carreras y dispositivos de ala fija adaptados para poder desempeñar diferentes aplicaciones. Pero, además de centrarse en la creación de nuevos dispositivos, también se encargan de impartir docencia y diseñar drones personalizados, en los que se incluyen las fases de montaje y la propia instrucción de vuelo para los alumnos.
Sin salir del ámbito académico, los drones también han ganado presencia entre los más pequeños. Es el caso del Talon X1, un dron creado íntegramente con tecnología 3D que sirve para que los jóvenes alumnos puedan aprender los secretos de esta tecnología de impresión, y también de los drones. El dispositivo creado por Airwolf 3D está pensado para integrarse en el programa educativo CTIM, el cual se centra en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.