En el último año se ha batido el récord de ataques de tiburones a escala mundial alcanzando los 98, según la base de datos de la Universidad de Florida. La mayoría de estos ataques se han sucedido en las costas de Estados Unidos pero hay 18 personas que se han visto implicadas en estos accidentes en playas australianas.
Por solucionar esto, el Gobierno de Australia ha puesto en marcha un proyecto de 11,4 millones de dólares para combatir esta amenaza y ayudar a la gente en otras situaciones de emergencia, ya sea en el mar o en tierra. El principal recurso es un dron con forma de mini helicóptero bautizado como Little Ripper. El dispositivo, valorado en 250.000 dólares, posee una potente batería que le permite realizar vuelos de hasta una hora de duración. Lleva equipada una cámara de alta tecnología que le otorga un radio de visión de largo alcance, el cual se utiliza para detectar tiburones gracias a un software que actualmente se encuentra en desarrollo.
Además de los dispositivos de localización que incorpora, el dron también lleva consigo varias cápsulas de salvamento para ser lanzadas, no solo en el mar, sino también en la nieve o en tierra. Las cápsulas lanzadas, en el caso de las emergencias marítimas, podrían llevar en su interior una balsa hinchable, una baliza localizadora y un repelente de tiburones.
Actualmente, ya hay listas 17 unidades totalmente equipadas y listas para la acción. Este dispositivo es más rentable y rápido que el despliegue de helicópteros de rescate. Además, las aspas de la hélice le otorgan mayor estabilidad contra fuertes ráfagas de viento que a un dron estándar.
Gracias a la información proporcionada por el UAV se podrá alertar a los bañistas de la situación del mar, para que extremen precauciones, y a los guardacostas, para que puedan reconducir a los escualos lejos de las playas.
El uso de drones en diversas situaciones de emergencia es cada vez más recurrente. Desde el despliegue de unidades para encontrar supervivientes tras una catástrofe natural hasta un hecho aislado, como un accidente de tráfico en una zona de poco tránsito.
Imagen: Isabel Sommerfeld