La aerolínea comercial Lufthansa ha llegado a un acuerdo con el fabricante de drones chino DJI para desarrollar drones fusionando los conocimientos de ambas empresas. En este acuerdo, la aerolínea se encargará de aportar las soluciones tecnológicas mientras que DJI ofrecerá sus drones como soporte técnico para implementar dichas aplicaciones.
Una de las aplicaciones llevadas a cabo es la inspección de control en aviones comerciales. Estas aeronaves deben soportar condiciones extremas en vuelo. Por ejemplo las turbinas, que se ven expuestas a fuertes vientos que pueden superar los 300 kilómetros por hora, lo que los hace susceptibles de sufrir desperfectos incompatibles con volar de forma segura.
Para este cometido, uno de los drones escogidos es el Matrice 100, un cuadricóptero profesional cuyo precio oscila entre los 3.600 euros de la versión básica hasta los 8.000 euros que alcanza con cámaras y extras equipados.
Durante la inspección, el dron realiza ráfagas de fotos del fuselaje, turbinas y otras partes de la aeronave. Las imágenes captadas son filtradas mediante un software que se encarga de generar una imagen completamente digital. Los datos obtenidos tras el proceso de inspección son usados por Nordex, compañía productora de generadores de energía con la que Lufthansa tiene lazos comerciales, para determinar si, en este caso la turbina, necesita ser reparada.
También existen otras compañías que han apostado por el uso de drones en las inspecciones rutinarias de aeronaves tripuladas. Un ejemplo de ellas es Airbus, el gigante estadounidense de la aeronáutica, que utiliza la tecnología dron para realizar fotografías de la superficie del avión y a raíz de ellas poder crear un modelo digital 3D del mismo.
Algunas de las principales ventajas de utilizar estos dispositivos, en lugar de operarios de forma convencional, es el ahorro en costes, la mejora de seguridad de los trabajadores y sobre todo el tiempo, con este aparato se tardan aproximadamente 10-15 minutos en llevar a cabo el trabajo.
Imagen: Lufthansa