La Marina estadounidense está trabajando para incorporar drones marinos a sus filas. Concretamente una embarcación que permita detectar submarinos espías y destruirlos. Desde 2010 llevan trabajando en el proyecto de un barco dron que elimine las amenazas submarinas cercanas a las costas de Estados Unidos. El proyecto está en manos de DARPA, la organización estadounidense de investigación avanzada en materia de defensa, que se ha encargado de dotar a esta embarcación de 40 metros de longitud de la última tecnología de espionaje y detección de submarinos.
Está previsto que la primera unidad salga a la luz el próximo 7 de abril. Cada una de ellas supondrá un desembolso para el gobierno estadounidense que oscilará entre 200 y 300 millones de dólares. Será bautizado como The Anti-Submarine Warfare Continuous Trial Unmanned Vessel y el navío navegará durante tres meses antes de regresar a tierra.
El prototipo ha sido sometido a cientos de pruebas en múltiples situaciones para probar su fiabilidad, sobre todo en el río Mississippi. Está especialmente diseñado para detectar submarinos diésel-eléctricos, los más complejos de localizar. Según afirma DARPA, podrá navegar miles de millas náuticas por sí mismo y localizar objetivos en el rango de un kilómetro.
Quizás el siguiente paso sea habilitar drones submarinos para estos mismos fines. Sin embargo, se han detectado mayores problemas para que esta idea llega a buen puerto. En primer lugar, el binomio profundidad-comunicación supone un verdadero inconveniente, ya que la inmersión dificulta la transmisión de información.
Otro problema es la autonomía, necesaria para poder pasar largas estancias operando en mar abierto. Este problema se ha ido paliando con los avances tecnológicos en la materia durante los últimos años y la Marina estadounidense espera que en 2017 cuente con un sistema lo suficientemente sofisticado como para cubrir estancias de hasta 70 días en el agua.
Imagen: DARPA