Los niveles de contaminación del aire en algunas ciudades son alarmantes. Hace tiempo que las autoridades buscan fórmulas para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire. Uno de los requisitos para que esto suceda es contar con una alta precisión en las mediciones. En China el gobierno ha establecido un programa obtener esta información y para ello se ha lanzado al uso de drones.
Mediante estos dispositivos las autoridades monitorizan los niveles de contaminación en áreas críticas, como las zonas donde operan grandes fábricas. Este sistema tiene ciertas ventajas sobre las estaciones base que se usan habitualmente para esta tarea y también sobre los medidores portátiles. Un dron puede recoger datos de distintas zonas, midiendo los niveles en varios puntos de forma mucho más rápida.
Los esfuerzos en China se han visto recompensados. Los niveles de polución han disminuido en 74 ciudades, según informaron las autoridades recientemente. No es el único país que se está sirviendo de esta tecnología. En Estados Unidos, la EPA (Enviromental Protection Agency) cuenta con un programa para conocer cómo se distribuye la contaminación del aire dentro de una zona geográfica. Para esto se trata de utilizar tecnología de bajo coste integrada en drones, como sensores en miniatura, que funcionan sobre una plataforma más pequeña que los equipos tradicionales de monitorización. Las autoridades estadounidenses creen que estos nuevos métodos pueden ayudar a las empresas a ahorrar costes evitando sanciones y mejorar la seguridad de los trabajadores.
El sistema que está utilizando la EPA se basa en tecnología GPS y cámaras de alta resolución para trazar un mapa de la polición, midiendo las emisiones de compuestos orgánicos volátiles, dióxido de nitrógeno y otros contaminantes. En China los drones también llevan una cámara, que es la principal fuente de datos para determinar los niveles de polución. Las imágenes se procesan después en servidores y se analizan para buscar patrones que identifiquen la calidad del aire.
En el análisis de la información juega un papel importante el software de reconocimiento de objetos para automatizar el proceso a la hora de evaluar los niveles de contaminación. Sin embargo, aparte de la cámara hay otros sistemas con los que se pueden equipar a los drones para medir la calidad del aire. En los laboratorios de Intel en China han ideado un método que demuestra las posibilidades de estos dispositivos.
Teniendo en cuenta que el coste de instalar y mantener las estaciones de medición fijas es elevado, el uso de tecnología móvil combinada con un vehículo aéreo no tripulado ofrece una solución más económica. El sistema salido de los laboratorios de Intel monta sobre un drone dos dispositivos. El primero de ellos es un medidor de la calidad del aire fabricado específicamente para este propósito. El segundo es un smartphone, que evidentemente cuenta con GPS y con conectividad 3G.
El proceso es el siguiente: el medidor capta los datos y los envía al smartphone mediante bluetooth y éste, a su vez, los manda en tiempo real mediante la conexión 3G a un servidor que opera en la nube. Adjunta a esta información se envían los datos de posicionamiento, que el smartphone detecta mediante GPS. De manera que los sistemas de análisis del servidor tienen todos los recursos para generar mapas de calor, identificando la contaminación dentro de una ciudad.
Imágenes: byrev e Intel