A día de hoy la NASA trabaja en un proyecto de cuatro años para explorar diferentes estrategias destinadas a gestionar las flotas de aviones no tripulados que se espera empiecen a aparecer en los cielos de Estados Unidos en los próximos años. Esta iniciativa tiene como fin el desarrollo de una serie de prototipos de sistemas de gestión de tráfico aéreo. Su partner en esta iniciativa es la startup Airware, cuya principal fuente de ingresos es la venta de software de control y hardware para los fabricantes y operadores de drones.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) calcula que en 2018 podrían estar circulando 7500 drones por los cielos del país, una circunstancia que puede provocar conflictos en el uso del espacio aéreo entre distintas compañías.
Soluciones para el control áereo
El primer prototipo de la NASA será un sistema basado en Internet: permitiría a los operadores de aviones no tripulados presentar sus planes de vuelo para su aprobación, y un sistema automatizado utilizaría los datos de los planes de otros drones, las previsiones meteorológicas y los obstáculos físicos del trayecto (como antenas de radio) para permitir o no el vuelo.
En otras fases posteriores intentarán construir sistemas más sofisticados que puedan gestionar activamente el tráfico de drones mediante el envío de órdenes a los drones durante el vuelo, lo que permitiría, entre otras cosas, modificar su trayectoria si existiera algún problema (como, por ejemplo, la presencia inesperada de un helicóptero tripulado en esa zona).
Airware cree que equipar los aviones no tripulados con conexiones de datos móviles podría ser la mejor solución para comunicarse con los sistemas de control del tráfico aéreo, ya que los sistemas usados por los aviones tripulados son demasiado voluminosos como para plantear su uso con drones. La primera fase de las pruebas tiene como objetivo evaluar el modo en que los diferentes tipos de drones responderían a órdenes de un sistema de control de tráfico.
El problema regulatorio
Uno de los grandes problemas para regular este nuevo y sobrecargado espacio aéreo será la reacción de las compañías aéreas a la demanda de compartir el cielo con los drones. Sin embargo, según varios especialistas, el potencial conflicto entre éstos y la aviación tradicional desaparecería si se destinara a los aviones no tripulados un espacio aéreo de altitud inferior al del destinado al resto de vehículos en vuelo. Por el momento, parece poco probable que la FAA emprenda cambios en las regulación del espacio aéreo.
Precisamente, la industria de los aviones no tripulados se queja de que el organismo regulador de Estados Unidos está siendo más lento que sus homólogos de otros países en tomar las medidas necesarias para despejar el camino a los drones, aunque sólo sea con fines de investigación. Sin ir más lejos, Airware ya tiene clientes usando sus sistemas de control de drones en operaciones mineras en Francia, y de inspección de equipos de perforación de petróleo en Australia.
IMAGEN: http://i.ytimg.com/vi/-T4iYog7f_I/maxresdefault.jpg (vía Airware)