El nano dron autónomo más pequeño del mundo ha sido desarrollado en un trabajo conjunto por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zurich), en Suiza, y la Universidad de Bolonia, en Italia. Tiene un tamaño minúsculo para la tecnología que integra. Su tamaño es de 4×3 pulgadas (10,2×7,6 cm) y está construido sobre una plataforma de 27 gramos de peso.
Crazyflie 2.0 Nano Quadcopter es la plataforma de código abierto sobre la que los investigadores han decidido montar su dron autónomo. La proeza técnica va más allá del tamaño, pues ya existen algunos dispositivos de dimensiones escuetas. Pero probablemente, el dron creado por estos investigadores es el sistema autónomo que menor tamaño tiene en estos momentos.
Introducir este tipo de tecnología, que implica una navegación basada en inteligencia artificial (concretamente redes neuronales), conlleva que el dispositivo tenga visión artificial, a través de una cámara, lo que requiere una gran capacidad de procesamiento. Todo esto añade peso y aparatosidad al dispositivo. Sin embargo, aquí las dimensiones se han mantenido limitadas.
Las aplicaciones que puede tener este diminuto dron autónomo empiezan por interiores. En almacenes se podrían emplear estos dispositivos para revisiones rutinarias de stock o para comprobaciones puntuales. El ámbito medioambiental también es otro de los que se barajan, para controlar entornos, así como los deportes.
Aunque la tecnología original de este dron –nos referimos aquí al sistema de autonomía– estaba pensada para mejorar la eficacia en labores de búsqueda y rescate. Un dron minúsculo se puede mover mejor entre, por ejemplo, la superficie de escombros que deja un terremoto o en zonas de difícil acceso, como cuevas.
Para solucionar el enorme consumo de energía que requieren los procesos de un dron autónomo, los investigadores han reducido al máximo las necesidades energéticas del dispositivo. Solo consume 0,094 W.