UPS, la compañía internacional de reparto de mercancías, ha comenzado a realizar pruebas con su sistema de drones de reparto para llevar a cabo entregas de emergencia. Todo ello, en colaboración con la empresa de drones estadounidense CyPhy Works, en la que la firma de transporte invirtió el año pasado 22 millones de dólares.
Las primeras pruebas tuvieron lugar en el estado de Massachusetts, donde uno de los drones de UPS se encargó de entregar un paquete con un inhalador de asma en un pequeño campamento de verano. Para cumplir con su misión, el avión no tripulado tuvo que cubrir una distancia de casi cinco kilómetros sobrevolando las aguas del Océano Atlántico.
PARC, como ha sido bautizado el dron de la alianza UPS-CyPhy, es una aeronave autónoma que lleva integrada navegación mediante georreferenciación. El dron también incorpora una cámara de alta resolución con imágenes térmicas e incluye la opción de realizar seguimiento a objetivos.
Además de estas características, esta aeronave va equipada con dos unidades de GPS, varias antenas y distintos sistemas de comunicación para que, en caso de que alguno falle, el dispositivo pueda usar otro. En cuanto a la batería, el dron tiene una autonomía de unos 40 minutos pues está pensado para repartos a cortas distancias.
Si el resultado de las pruebas sucesivas que se realicen fuera positivo, podría ser cuestión de tiempo que UPS se anime a tratar de regularizar el reparto de mercancías con drones. Sin embargo, uno de los principales aspectos con los que la compañía tiene que contar es con la normativa para aeronaves no tripuladas.
Pese a que, en ciertos casos, los repartos de emergencia no infringirían la prohibición de volar sobre núcleos urbanos, habría otros obstáculos que sí. Un ejemplo podrían ser los vuelos BVLOS. Y es que, a día de hoy la FAA estadounidense no permite maniobrar con drones fuera de la vista del operador, lo que dificultaría aquellos repartos en que los dispositivos tuvieran que recorrer grandes distancias.
Imagen: UPS